El ciudadano terráqueo López XH98 dejó en el suelo su escafandra interestelar y se acercó a mirar la vieja radio. A aquellas horas, el mercadillo del planeta Neptuno bullía de actividad. En su mayoría, pensionistas aburridos, como él, que llevaba ya cuarenta años de jubilación dando vueltas por la Vía Láctea. La radio era muy antigua. Nunca había visto un modelo como aquel, tan verde y tan dócil. Se inclinó sobre el aparato, le acarició la rodilla, y enarcó las cejas, sorprendido. Vivía todavía. Tiene varios siglos, dijo entonces el vendedor. Pero, ¿funciona? Acérquese a escuchar: es la que está sonando. Entonces López se encogió de hombros y ofreció al vendedor su huella dactilar. Por dos miserables biocréditos tendría entretenimiento para unos cuantos días en la tediosa pensión de Saturno.
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miércoles, 12 de marzo de 2008
Ciudadano López
a las 16:34
Palabras clave: eternidad, futuro, libertad, totalitarismo
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