Ya he hablado de Mauricio en el podcast, en alguna ocasión. Para los entendidos, no hace falta añadir ningún apellido. Él es Mauricio Sotelo, naturalmente. Entre los entendidos incluyo también a una gran parte del universo del cante jondo, donde él es conocido y querido.
http://www.mauriciosotelo.com/music.html
La música que hace Mauricio no es una fusión. Sus ideas son demasiado originales para encajar en género alguno. El flamenco no es para él un compañero de viaje: es una raíz viva, una más, que alimenta su música y que la mantiene en contacto con la realidad.
Tal vez el problema de los artistas contemporáneos es el haber perdido en mayor o menor grado el contacto con la realidad. Desde sus torres de marfil, el arte se divisa simplemente como una abstracción, como un coqueteo con símbolos y arcanos, más parecido a un código da Vinci que a una puesta de sol en Arlès.
Y, hablando de Arlès. Muchos de vosotros sabéis que van Gogh convivió algún tiempo con Gauguin en aquel pequeño pueblo del sur de Francia. En cierto modo, aquella convivencia frustrada de dos locos geniales representaba la coexistencia imposible de dos actitudes ante la vida. Y de dos corrientes artísticas.
Van Gogh rompió una barrera cuando dejó que sus emociones colorearan la realidad que él reflejaba en sus cuadros. En toda Europa, un bulldozer despiadado se había puesto a derribar barreras: todas aquellas barreras que hasta entonces habían constreñido la creación artística. Gauguin intuyó, tal vez, que aquel bulldozer no tenía más remedio que arrasar el paisaje para abrir nuevos caminos. Y huyó.
Y en la Polinesia encontró un manantial de inspiración puro. El retorno a los orígenes.
Van Gogh y Gauguin se separaron, evidentemente, porque se llevaban fatal. Pero, en la historia del Arte, los van Goghs y los Gauguins tampoco son capaces de coexistir en una misma era. Están condenados a turnarse eternamente, en un ciclo perpetuo de destrucción, creación, y retorno a los orígenes.
Como la vida misma.
domingo, 14 de octubre de 2007
Mauricio
a las 19:44
Palabras clave: cante jondo, flamenco, Gaughin, Mauricio Sotelo, música contemporánea, pintura, torres de marfil, van Gogh
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario